このブログを検索

2013年10月7日月曜日

スポーツという名の新宗教 - Deporte, la nueva religión - Sport, a new religion


レアル・マドリードファンの生徒とFCバルセロナファンの生徒が、「クリスティアーノ・ロナウドとメッシはどちらが上か」と真剣に言い争っているのを聞いていると、僕はあるシーンを思い出す。40年前、カスティージャのメセタの集落で、2人のおばあさんが、「『聖母ピラール』と『聖人ブラス』のどちらに祈れば効きめがあるか」というテーマで激しく口論していた光景だ。実際、多くのスポーツファンが試合を観るまなざしは、昔のおじいさんおばあさんが宗教に注ぎ込んでいた情熱と熱意を連想させる。ファンの多くはまず試合を観て、その後ひいきチームの専属チャンネルで試合の再放送を観て、さらに、過去の名試合のDVDを買ったり、ネットから動画をダウンロードしたりして、何度も何度も観戦する。

3年前のリーガクラシコ「FCバルセロナ対レアル・マドリード」で、バルサが5-0の大勝を収めた翌朝、路線バスに乗ったら、運転手が前夜の試合中継の録音を大音量で聞いていたことがあった。乗客の中にはレアル・マドリードサポーターもいたかもしれないが、そんなことはこの際どうでもよかったらしい。サッカーチームのサポーターにもだいたい共通することだが、ファンにとって、「勝利」と「敗北」は、単なる「喜び」と「悲しみ」以上の意味をもつ。スペインでは、夫のひいきチームが惨敗した場合、もう夕食は作らなくてもいいと判断する妻たちもいる。どうせ食べようとしないからだ。一方で、絶好調チームのホームタウンでは、その年の出生率が伸びるとも言われている。「どんなに大差で勝っていても、バルサの試合を観ていると苦しくなる」と明かすバルササポーターを何人か知っている。ボールにさえめったに触らせてもらえず、ほとんど勝ち目がない相手チームのサポーターの方がよっぽど苦しいだろうに、と思うのだが…。勝利のエクスタシーが訪れた瞬間、ファンは勝者と同化し、苦しみも報われる。負けても、数日後にはまた次の試合がやってくる。

教師がひいきのチームを持つのは好ましくない。かりにどこかのファンであっても、公言しない方がいい。僕も、昔ほどではないがスポーツ観戦は好きな方だ。ただし、いい試合にかぎる。つまらなければすぐテレビを消してしまう。それでも、スポーツファンの例外にもれず、記憶に刻まれた試合がいくつかある。まず、1977年に白黒テレビ(!)で観た、ベルグラードでのユーゴスラビア対スペイン戦。1-0でこの試合に勝ったスペインは、12年ぶりのワールドカップ出場を果たすことになる。試合内容はもちろんだが、試合後フアニートという名のスペイン人選手が相手サポーターに向かって礼儀を欠くジェスチャーを見せたせいで、頭にビンを投げつけられたシーンもよく覚えている。2004-05シーズンの欧州チャンピオンズリーグ決勝で、リバプールがACミラン相手に大逆転勝利を収めた試合も忘れられない。でも、ひとつだけ選べと言われたら…。間違いなく2007年の甲子園決勝、佐賀北高校対広陵高校の一戦を選ぶだろう。何回でも観たくなる、想像を超えた逆転劇だった。経験上、こんなことが起きるのはスポーツの世界だけだろうという気がするが、それでもめったに起きるものじゃない。

人はあいさつがわりに「どこのファンですか」と聞いてくる。もしかすると、相手が「味方部族」に属するのか「敵部族」に属するのかを見極めようとしているのかもしれない。当然、生徒たちも同じ質問をしてくる。
「先生はどこのファン?」
「サガン鳥栖。Jリーグのね」
「そうじゃなくて!ここのチームで!」
FCザンクトパウリ。ドイツ2部リーグの」
生徒たちはあきらめて退散していく。レアル・マドリードかFCバルセロナ以外のチームを応援する連中は、よっぽどの「変わり者」らしい。


Deporte, la nueva religión

La discusión entre dos de mis alumnos, uno del Madrid y otro del Barça sobre si el mejor jugador del mundo es Cristiano Ronaldo o Messi me recuerda mucho una agria disputa de dos viejas hace cuarenta años en una aldea mesetaria sobre si era más efectivo rezar a la Virgen del Pilar o a San Blas . Como si a ellos les importara. Muchos aficionados, sin embargo, asisten a los espectáculos deportivos con una pasión y un fervor que sus abuelos dedicaban solo a los rituales religiosos. Muchos aficionados miran los partidos en la televisión, las repeticiones en el canal de su equipo y compran o se bajan de internet los partidos importantes para volver a verlos.

Hace tres años, al día siguiente un cinco-cero de un partido de fútbol entre Barça y Madrid, el conductor del autobús urbano al que subí escuchaba a todo volumen la grabación del partido del día anterior, sin importarle demasiado los sentimientos de los pasajeros del equipo perdedor, en este caso el Madrid. Tal y como viven el fútbol muchos aficionados, una victoria o una derrota tienen un significado que va más allá de la alegría o la tristeza. Hay señoras que, en caso de que el equipo de su marido sufra una derrota humillante, ya saben que no hay que preparar cena, porque no la querrán. En cambio, dicen que los años de grandes victorias de un equipo suponen un aumento de la tasa de natalidad en el área. Conozco a seguidores del Barça que confiesan: “Sufro viendo partidos del Barça, aunque vaya ganando por goleada.” Supongo que deben sufrir mucho más los seguidores del equipo contrario que ni llegan a tocar la pelota, ni tienen posibilidad alguna de ganar. El éxtasis de la victoria te identificará con los mejores, te hará sentir uno de ellos y compensará el sufrimiento. Y si el equipo pierde, al cabo de unos días hay otro partido.

A un profesor no le conviene tener un equipo favorito. Y si lo tiene, no le conviene decirlo. Aunque no tanto como antes, me gusta mirar deporte, pero sólo si el partido es bueno. Si no, apago la tele. Como le pasa a cualquier aficionado, hay partidos que conservo en la memoria. Recuerdo un partido en blanco y negro de 1977, en que España ganó 0-1 a Yugoslavia en Belgrado. Esa victoria supuso que, tras 12 años, la selección iba a jugar un Mundial de fútbol. Recuerdo eso y que a Juanito, un jugador español, le abrieron la cabeza de un botellazo desde la grada por un gesto injustificable de mala educación al público. También recuerdo la gran remontada del Liverpool contra el Milán en la final de la Champions League 2004-05, pero si tuviera que escoger, lo que no me cansaría de mirar sería la victoria de los alumnos de Sagakita contra los de Koryo en la final del campeonato de béisbol para bachilleratos del 2007. La remontada fue increíble, porque la experiencia nos dice que algo así solo puede ocurrir en el deporte y muy pocas veces.

“¿Tú de qué equipo eres?” preguntan algunos para ser sociable, o tal vez para saber si perteneces a su tribu o a la tribu enemiga. Es inevitable que mis alumnos me pregunten lo mismo.

─Profe, tú, ¿de qué equipo eres?
─Del Sagan Tosu, que está en primera japonesa.
─ ¡No, no, de aquí!
─Del FC St. Pauli, que está en la segunda división alemana.

Me dejan por imposible. Quien no es del Madrid o del Barça es un bicho raro.


Sport, a new religión

A discussion between two of my students, one of them a Madrid FC supporter and the other a FC Barcelona one, about who the best soccer player in the world is (Cristinano Ronaldo or Messi), reminds me of another discussion I witnessed forty years ago between two old angry prigs who tried to decide if it was better to pray to Our Lady of Pilar in Zaragoza or the village patron, Saint Blas. As if they both (the holy ones and the soccer players) cared a bit about that and them. Many sport fans, however, watch sport with a passion and fervour which could only be compared to the ones their grandparents showed at religious rituals. Many supporters watch the games on TV, the replays on their team’s channel and buy or download from the internet the most important ones to watch them all over again.

Three years ago, the day after a game Barça vs. Real Madrid ending 5-0, I was on a city bus. The driver was listening at full volume to the radio recording of the previous day’s game. He didn´t seem to care much about the passengers who could be on the loser’s side. In the way some fans live soccer, victory of defeat have a meaning which goes farther than joy or grief. Some wives know well, that they don´t need to prepare dinner for their husbands, when their team is severely beaten, because they will not have any. On the other hand, it is common knowledge that after a team has had a very successful soccer season, the birth rate goes dramatically up in the area. I know Barça supporters who confess that they suffer watching their team’s games, even when it is defeating their rivals easily. I guess the other team´s supporters may suffer much more, seeing their team with no chance even to touch the ball and whose winning possibilities are zero. The ecstasy of victory will make you feel you are a part of the best and will make up for all your sufferings. And if your team loses, no big deal, there is another game in two days.

It is not advisable for a teacher to support any team. And if they do, it is not advisable to tell anyone about it. I enjoy watching sport, not so much as I used to, but I still do, but only if I think the game is worth. Otherwise, I just switch of. As it happens with any other sport viewers, however I keep some games in my memory. I remember a soccer game I watched black and white in 1977, Spain beat Yugoslavia 0-1 in Belgrade. That victory meant that the Spanish soccer team, after 12 years, could take part in a World Cup. I remember that and that someone from the crowd threw a glass bottle at a Spanish player’s head. His name was Juanito, because he had made the sign of defeat to the crowd at being replaced. A very impolite gest, indeed, I mean from the footballer. I remember the epic comeback of Liverpool vs. AC Milán at the finals of the 2004-2005 Champions League, too; but if I had to choose one game, I would watch again and again a baseball game: Sagakita vs. Koryo students at the finals of the 2007 Baseball Highschool Competition. That was a real comeback, because experience tells us that something like that can only happen in sport and just a few times.

“Which team do you prefer?”, some ask to be sociable, or maybe to know if you belong to their faith or the enemy’s. My students make the same question. How could it be different?

─Prof ─they ask ─what is your favourite team?
─Sagan Tosu. first league in Japan.
─Come on! One of the teams from here!
─FC St. Pauli, second German league.

They leave me alone. If you don´t like Barça or Real Madrid, you must be from another planet.


  

0 件のコメント:

コメントを投稿