10代の若者に関するニュースはいつも気になる。この年代の生徒といっしょに働いている教師にとって、彼らの世界がどう動いているのかを把握するのは重要なことだ。最近のニュースで、「スペインの10代は何に一番お金を使っているか」というテーマが取り上げられていた。答えは意外にも「服」。しかも、女子より男子の方が多くのお金を服に費やすのだという。経済危機はもちろん一般家庭の財布にも響いている。それでも、僕の生徒がそうであるように、多くの若者はファッションに夢中で、頻繁に服を変えて登校する。とはいえ、多くの生徒が、「メルカディージョ」(ストリートマーケット)で服を買っていると思う。メルカディージョで売っている服は、種類豊富で、安くて、短いサイクルで買い換えられるからだ。
週一のメルカディージョは、農業や牧畜業と同じくらい長い歴史を持つ。昔の人々は、毎週マーケットで余剰生産物を売り、自分のところで作れないものを買っていた。大型ショッピングセンターの出現で伝統的な個人商店が次々と閉店している中、メルカディージョが今も変わらずにぎわっているのは驚きだ。
定期的に開かれるメルカディージョの種類はたくさんある。クリスマス市、中世市、薬草市、中古品市、古本市、手工芸市、食品市…。一番ポピュラーなのは服、服飾アクセサリー(靴、バッグ、スカーフなど)、台所用品、青果の市だ。とはいえ、実際は何でもアリ。数年前、青、緑、蛍光ピンクといったカラフルなヒヨコがクリスマスシーズンによく販売されていたことがあった。こうしたヒヨコたちは、1カ月もしないうちに羽が生え換わり、普通の色に戻っていった。生徒たちによると、多くのヒヨコたちには悲劇的な結末が待っていたようだが、詳細はまた別のテーマで説明することにしたい。
行商人はバンや小型トラックに商品をのせて移動し、毎日違う市町村で商売する。それぞれの役所に税を納め、通りや空き地にスタンドを立てる。昔から行商人はジプシーが多い。ジプシーは移動生活や異なる環境への順応に長けていて、社交的で商売上手な民族として知られている。その他、外国からの多くの移民もこの仕事を選んでいる。
僕の住む町では、毎週木曜日にメルカディージョが開かれる。ブランド物の服は売っていないが、まがいものなら手に入る。スリが多いのには気をつけなければならないが、ここの野菜や果物は大体おいしい。地元の畑でとれた青果を直売しているからだ。メルカディージョの客を見ているだけでも楽しい。おもしろい行商人もまだ健在だ。とくにジプシーは、大きな声を出して客を集めるのがうまい。上野公園の近くのアメ横で見た商人に似ているジプシー商人も時々見かける。
Mercadillos
Las noticias
relacionadas con los adolescentes me interesan, porque como profesor que
trabaja fundamentalmente con ese tipo de personas, intentar entender cómo
funcionan es primordial. Una de las noticias que más me han sorprendido últimamente
sobre este tema es que en lo que más gastan dinero los adolescentes de este
país es en ropa, y que son los chicos los que gastan más, y no las chicas. La
crisis económica ha provocado recortes en los presupuestos familiares; pero como
a mis alumnos, como a otros adolescentes, les encanta la ropa y la cambian con
frecuencia, supongo que en muchos casos recurren al mercadillo para poder
disponer de gran variedad de ropa a precio razonable y poder renovarla
rápidamente.
Los
mercadillos semanales son tal vez casi tan antiguos como la agricultura y la
ganadería. Semanalmente, se reunían todo tipo de personas para vender los
excedentes de lo que uno producía y conseguir los productos que no podía
conseguir por sí mismo. Hoy en día, lo sorprendente es que en este momento en
que los centros comerciales están acabando con las tiendas tradicionales, ese
tipo de comercio ambulante aún perdure.
Hay todo tipo
de mercadillos, de Navidad, medievales, de hierbas medicinales, de objetos de
segunda mano, de libros, de productos artesanos, de alimentos…, que se celebran
con cierta periodicidad, pero el mercadillo típico semanal es básicamente de
ropa y complementos (zapatos, bolsos, pañuelos…) objetos de cocina y fruta yverdura; aunque en realidad se puede encontrar de todo: recuerdo una moda afortunadamente
de breve duración hace unos años que consistía en vender unos pollitos de color
azul, verde y rosa eléctrico durante una época navideña. En menos de un mes,
los pollos perdían con el plumón la coloración y se volvían normales. Desafortunadamente,
la mayoría tuvo, según mis alumnos, finales muy trágicos, pero eso casi es tema
para otra entrada.
Los vendedores
ambulantes acuden con una furgoneta o un camión pequeño, donde transportan sus
productos, y cada día trabajan en un lugar diferente. Pagan impuestos a cada
ayuntamiento, que los coloca todos juntos, normalmente a lo largo de una calle
o avenida, o en un descampado. Tradicionalmente, muchos de los vendedores eran
y son de etnia gitana, por su manera de vivir nómada, su adaptabilidad y la
gran capacidad que tienen para relacionarse y para el comercio. Muchos inmigrantes extranjeros han adoptado
este trabajo, también.
Donde yo vivo
el mercadillo es el jueves. No venden ropa de marca, excepto si es falsa, y hay
que andarse con cuidado porque es lugar de trabajo de algún que otro
carterista, pero la fruta y verdura que venden suele ser muy buena, porque la
cultivan en la región y viene directamente del campo. Ir a ver a la gente ya es
divertido y aún hay bastantes vendedores muy interesantes, sobre todo gitanos,
porque son muy hábiles atrayendo a sus posibles clientes a gritos, como algunos
que he visto en Ameyoko, cerca del parque de Ueno, en Tokio.
Street markets
I am very interested in news about teenagers, because as
a teacher basically working with that kind of people, it is essential to try to
understand them. Lately, one of the most surprising pieces of news to me on
this subject has been the fact that first on the list on our teenagers´
expenses is clothing and, against the commonplace, boys spend more than girls
do. The current crisis has also caused cutbacks also on family budgets, but as
my students, like any other young people, love clothes and they like to
renovate them frequently, I guess many of them have become street market
customers, because they can find a great variety of clothes at reasonable
prices there and that is the way they can quickly renovate their wardrobe.
Weekly street markets may be as old as agriculture or
stockbreeding. People would gather once a week to sell their surplus products
and get those they could not grow or make at home. Nowadays, when shopping
centres are provoking that many traditional shops have to close down, it is
amazing that street markets are still alive.
There are all kinds of street markets here: Christmas
markets, Middle Age markets, medicinal
herbs markets, second-hand goods markets, old books markets, handicrafts
markets, food markets…, which are held periodically, but the typical street
market is basically one to buy clothes and accessories (shoes, bags,
foulards…), kitchenware and fruit and vegetables; although in fact you can find
anything: I remember a kind of “fashion” which luckily didn´t last for long
some years ago: electric blue, green or pink small chicks were sold as children
pets around Christmas time. In less than a month, they lost their colour with
their down and became normal chicks, again. Unfortunately, many of them had,
according to my students, tragic ends, but that is maybe the subject for
another entry.
Street market hawkers travel on their vans or lorries,
where they bring their goods, and they work every day in a different place. They
pay their taxes to every street market town council and so they are told where
to put their stands, usually along a street, avenue, or on a piece of open
ground. Traditionally, many of these hawkers were and are gypsies, because many
of them didn´t like to settle down in one place, had and have a high
adaptability degree and were and are very skilled in public relations and
commerce. Many foreign immigrants have chosen this work, too.
Street market is held every Thursday in the place where
I live. They do not sell brand names unless they are fake goods, and you must
be careful with pickpockets, but you can usually buy good tasty fruit and
vegetables, because they are grown in the region and come directly from the
land. It is fun just going there to see the people and there are still very
interesting hawkers, especially gipsies, who are highly skilled in attracting
customers just roaring their messages. I saw something similar in Ameyoko, near
the park of Ueno, in Tokyo.
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